Carl Ritter

Carl Ritter (1779 -1859). “Genio de la geografía” (1), “fundador” de la geografía moderna, los calificativos laudatorios no faltan para designar al que ocupó durante alrededor de cuarenta años, de 1820 a 1859, la cátedra de Geografía, Etnología e Historia (Länder- und Völkerkunde und der Geschichte) [Conocimiento de Países y de Pueblos y su Historia] de la Universidad de Berlín (2). Carl Ritter, y no obstante un geógrafo difícil de acceder, cuya obra completa, frecuentemente oscura, en nuestros días es poco leída y está parcialmente traducida (3). Conocido como el iniciador de la “geografía comparada”, cabe destacar que Carl Ritter fue un gran pedagogo, influenciado por las ideas innovadoras de Johann Heinrich Pestalozzi (1724-1793), se olvida generalmente que fue también un gran conservador, políticamente opuesto a los movimientos liberales (Korinman, 1981). Muy influyente en Berlín en los medios académicos, políticos y militares (enseñó de 1820 a 1853 en la Escuela de Guerra general de Berlín), Carl Ritter viajó poco, pero fue un hombre de relaciones y de redes (fundó en 1828 con Alexandre von Humboldt y Heinrich Berghaus la Sociedad de Geografía de Berlín) y contribuyó de este modo a la difusión de la geografía prusiana. Algunos de sus alumnos, como Elisée Reclus (1830-1905) aseguraron la difusión de su obra en Europa en el mismo momento en que éste comenzaba a ser objeto de críticas por la generación siguiente de geógrafos alemanes, en particular Oscar Peschel (1826-1875) o incluso Ferdinand von Richthofen (1833-1905). (Mehedinti, 1901). Profundamente marcado por la teología y el movimiento historicista de la filología clásica (4), la obra de Carl Ritter difiere considerablemente de la de su colega, Alexandre von Humboldt (1769-1859), a quien se lo asocia frecuentemente. La marcha histórica y el providencialismo notables en su obra hacen de Carl Ritter un geógrafo anclado en el pensamiento romántico alemán de la primera mitad del siglo XIX, influido en particular por su concepción de las relaciones del hombre con la naturaleza, por la filosofía de Herder (Naturphilosophie). En sus primeros escritos, entre 1800 y 1815, Carl Ritter milita como su colega August Zeune (1778-1853) por una “geografía pura” (reina Geografía) cuya finalidad sería estudiar las “divisiones naturales de la superficie terrestre”, emancipándose de cuadros políticos contingentes apreciados a la vez por la estadística (Staatskunde) y por la geografía alemana del siglo dieciocho encarnada por Anton Friedrich Büsching (1724-1793). Las regiones naturales (o “comarcas”: Länder) son identificables gracias a las líneas divisorias de aguas y a las cadenas de montañas que ofrecen las nieves “eternas”. Esta nueva marcha apunta más a otorgar a la geografía una autonomía en relación con las ciencias de cámara que a ofrecer al nacionalismo alemán una ocasión de repensar las fronteras en el contexto de las transformaciones territoriales napoleónicas (Garner, 2008). A partir de 1817 y hasta su muerte en 1859, Carl Ritter redactó lo que fue la obra de su vida: Die Erdkunde im Verhältniß zur Natur und zur Geschichte des Menschen : oder allgemeine vergleichende Geographie, als sichere Grundlage des Studiums und Unterrichts in physikalischen und historischen Wissenschaften (Estudio de la Tierra en sus relaciones con la naturaleza y la historia del hombre o Geografía general comparada como fundamentos seguros del estudio y la enseñanza de las ciencias físicas e históricas). El programa era inmenso, puesto que se trataba, según un proyecto fijado desde 1806, de estudiar la “geografía natural” de todos los continentes así como de mostrar la influencia de éste sobre la industria, el comercio, la civilización y las relaciones civiles entre los países –Länder- y pueblos en el momento presente” (Ritter, 1806, citado por Garner, 2008, p. 18). Carl Ritter organizó su obra según un orden teleológico comúnmente admitido en los discursos de la época y consagrado por la filosofía de la historia de Hegel: pretendía seguir el “progreso de la civilización” partiendo del continente juzgado entonces como el más “primitivo”, África, hacia aquel considerado como el más “civilizado”, Europa (un volumen que él no tuvo tiempo de terminar antes de su muerte). El proyecto de Ritter era ofrecer, gracias a esta obra, fundamentos científicos sólidos a la geografía: esto implicaba, según él, sobrepasar una marcha estrictamente descriptiva (el Conocimiento de la Tierra de Ritter quiere por este hecho ir más allá de la Erdbeschreibung -descripción de la Tierra- Büsching) con el fin de establecer una verdadera “ciencia de las relaciones” (Verhältnisslehre). Las vinculaciones (o relaciones) que permitían cuantificar los fenómenos (por ejemplo la relación de las masas continentales con la masa terrestre emergida conocida, el número de islas y la longitud de las costas con la superficie de un país, etc.) y clasificarlos. Comparando los resultados así obtenidos, era posible establecer correlaciones y deducir de ellas factores explicativos de un grado de desarrollo, comercial, industrial y de civilización de un país. En la búsqueda de nuevos fundamentos epistemológicos, la geografía de Ritter tenía por objeto enunciar leyes geográficas universales y no dudaba para esto en apoyarse sobre teorías salidas de la Antigüedad como la teoría de las Formas neoplatónica (Gestalt, Forma) y retomada principalmente por Schelling (1775-1854) (5). Aquí se apoyaría la demostración y Carl Ritter, preocupado por “dar a ver el mundo” a los estudiantes siguiendo los consejos de Pestalozzi, contribuyó al auge de los atlas escolares y las cartas murales en la enseñanza de la geografía alemana. Adoptando la marcha comparativa que se desarrollaba en la época en las ciencias naturales –en anatomía principalmente- y en filología, la geografía de Ritter se inscribía en una renovación epistemológica y ofrecía a esta nueva “geografía científica” un lugar en el paisaje universitario alemán. Pero el mantenimiento del carácter resolutivamente providencialista de esta geografía iba a contrapelo de una corriente fuerte salida de la filosofía de las Luces, de la de Kant en particular, aspirando a una autonomía de las ciencias humanas en relación con la teología. Esto explica sin duda en parte por qué la obra de Ritter, Die Erdkunde, esta “última gran obra de la geografía providencialista alemana” (Hanno Beck, 1979, p.121) salida de la Reforma, fue rápidamente sobrepasada por una geografía más positivista y no conoció el mismo destino que el Cosmos de Humboldt (6).

Notas:

-1. Cf. Título de la obra de Hanno Beck (1979) en bibliografía.
-2. De 1820 a 1825 su cátedra se titula: «Conocimiento de la Tierra, Países, Pueblos y Estados».
-3. Sobre las dificultades planteadas por la traducción de Carl Ritter, cf. Introducción de Nicolas-Obadia, 1974.
-4. Bajo el impulso de Friedrich August Wolf (1759-1824), luego de August Boeckh (1785-1867), los textos estudiados por los filólogos se consideran progresivamente como fuentes históricas completas que permiten restituir el pasado antiguo en su singularidad histórica.
-5. Sobre la axiomática ritteriana, cf. la introducción de Nicolas-Obadia, 1974.
-6. La Reforma inició una serie de obras geográficas que tenían por objetivo principal hacer admirar a los lectores la obra del Creador. Creencia en la providencia (Vorsehung) de Dios que supone regir al mundo y a los hombres, el providencialismo tendía, en el pensamiento calvinista, a una estricta predestinación divina y dejaba, en el pensamiento luterano, un lugar mayor al libre albedrío. Los escritos de Carl Ritter, luterano originario de un medio piadoso, oscilan frecuentemente entre estas dos tendencias: mientras que algunos de sus textos invitan a relativizar las “esencias eternas” (cf. principalmente los textos publicados por D. y G. Nicolas-Obadia), su Geografía tiende, más bien, a una estricta afirmación de la predestinación de los “individuos geográficos”. En este sentido se puede decir que la Geografía de Ritter se ajusta a un “canon” teológico-geográfico vigente en Alemania desde la Reforma. Es necesario notar que la selección y las elecciones de traducciones en francés de los textos de Ritter desde el siglo XIX minimizan frecuentemente este pensamiento de la predestinación y libran de este modo algunas veces una imagen desviada de su geografía. Sobre los lazos entre la teología y la geografía alemana, ver los trabajos de Manfred Büttner. Büttner, 1977, “Die Bedeutung der Reformation für die Neuausrichtung der Geographie im protestantischen Europa und ihre Folgen für die Entfaltung der Providentiallehre. Ein Beitrag zur Geschichte der wechselseitigen Beziehungen zwischen Theologie und Geographie“. In: Archiv für Reformationsgeschichte, vol. 68, p. 209-225 y Büttner, 1998, “Geographie und Theologie. Zur Geschichte einer engen Beziehung“. Geographie im Kontext Bd. 2, Peter Lang, Frankfurt a.M., 161 p.

Principales textos de Carl Ritter y sus traducciones:
-RITTER Carl, 1804-1807, Europa, ein geographisch-historisch-statistisches Gemälde, Francfort/Main, Hermann, 2 vol., 496 et 603 páginas.
-RITTER Carl, 1817-1859, Die Erdkunde im Verhältniß zur Natur und zur Geschichte des Menschen : oder allgemeine vergleichende Geographie, als sichere Grundlage des Studiums und Unterrichts in physikalischen und historischen Wissenschaften, Berlín, G. Reimer : „Afrique“ 1817-18, 2 edición 1822, 2 vol., “Asie”, 1832-59, 19 vol.
-RITTER Carl, 1835-1836, Géographie générale comparée ou Science de la Terre dans ses rapports avec la nature et l’histoire de l’homme pour servir de base à l’étude et à l’enseignement des sciences physiques et historiques, première partie (« l’ Afrique ») traducida al francés por Eugène Buret et Édouard Desor, París, Paulin, 3 vol., 544, 552 et 460 páginas.
-RITTER Carl, 1859, « De la configuration des continents sur la surface du globe et de leurs fonctions dans l’histoire », prefacio de Élisée Reclus, Revue germanique, p. 241-267.
-RITTER Carl, 1862, Allgemeine Erdkunde. Vorlesungen an der Universität zu Berlin gehalten von Carl Ritter, texte édité par H. A. Daniel, Berlín, G. Reimer, 240 páginas.
-RITTER Carl, 1865, Comparative geography. Translated for the use of schools and colleges, traducción de William L. Gage, Philadelphia, J. B. Lippincott & Co, 220 páginas.
-RITTER Carl, 1974, Introduction à la géographie générale comparée (Einleitung zur allgemeinen vergleichenden Geographie und Abhandlungen zur Begrundung einer mehr wissenschaftlichen Behandlung der Erdkunde), traducción de Danielle Nicolas-Obadia, introducción y notas de Georges Nicolas-Obadia, París, les Belles Lettres, 253 páginas.

 

Referencias bibliográficas:
-BECK Hanno, 1979, Carl Ritter, Genius der Geographie, Berlín, Dietrich Reimer Verlag, 132 páginas.
-BÜTTNER Manfred (Hrsg.), 1980, Carl Ritter – Zur europäisch-amerikanischen Geographie an der Wende vom 18. zum 19. Jahrhundert, Paderborn, Ferdinand Schöningh, 256 páginas.
-GARNER Guillaume, 2008, « Statistique, géographie et savoirs sur l’espace en Allemagne (1780-1820) », Cybergeo : European Journal of Geography, artículo 433, URL : http://cybergeo.revues.org/index208.... Consulté le 01 octobre 2010.
-KORINMAN Michel, 1981, « Carl Ritter (1779-1859). Un des premiers grands géographes universitaires », Hérodote, 22, p. 129-148.
-KRAMER Gustav, 1864-1870, Carl Ritter, ein Lebensbild, nach seinem handschriftlichen Nachlaß dargestellt, Halle, Verlag der Buchhandlung des Waisenhauses, 2 vol., 482 et 454 páginas.
-LENZ Karl (Hrsg.), 1981, Carl Ritter, Geltung und Deutung, Beiträge des Symposiums anlässlich der Wiederkehr des 200. Geburtstages von Carl Ritter, 1979, Berlin, Dietrich Reimer Verlag, 233 páginas.
-LÜDECKE Cornelia, 2002, Carl Ritters Lehrtätigkeit an der Allgemeinen Kriegsschule in Berlin (1820 – 1853), Berlin, Verlag für Wiss.- und Regionalgeschichte Engel, 97 páginas.
-MEHEDINTI Simion, 1901 « La géographie comparée d’après Ritter et Peschel », Annales de Géographie, t. 10, n° 49. p. 1-9.
-RATZEL Friedrich, 1889, “Ritter Karl”, Allgemeine Deutsche Biographie (ADB), Leipzig Duncker & Humblot, vol. 28, p. 679-697.
-ZÖGNER Lothar (Hrsg.), 1979, Carl Ritter in seiner Zeit, Berlín, Staatsbibliothek Preußischer Kulturbesitz Ausstellungskataloge 11, 128 páginas.