Red

Una red es un conjunto de elementos materiales, las infraestructuras, e inmateriales, electromagnéticos (ondas) o informacionales, que aseguran la puesta en relación de diferentes lugares de un territorio y de las entidades que lo ocupan.

Una red se compone, no solamente de elementos lineales, permanentes o temporarios, que traducen la existencia de relaciones y que garantizan la posibilidad de su existencia, sino también de elementos nodales necesarios para la organización de flujos y para el funcionamiento del sistema en el cual se inscribe la red.

Entre los elementos lineales citamos las vías férreas, las rutas y las autopistas, los canales, los cables telefónicos y eléctricos, las canalizaciones necesarias para la aducción de agua y para el avenamiento, los enlaces hertzianos, los ríos y sus afluentes constitutivos de las redes hidrográficas o, de un modo más abstracto, los intercambios de informaciones, de recursos, las relaciones sociales, etc.

Los elementos nodales corresponden, en lo que a ellos se refiere, a las estaciones, aeropuertos, estaciones de metro, cruces de caminos y de autopista, transformadores eléctricos, controles de visita, cambios de agujas ferroviarios, satelitales, o incluso, a otra escala, a las ciudades, bancos, empresas, personas, cuando algunos mantienen entre sí relaciones variadas (políticas, económicas, sociales, etc.), numerosas y regulares en el marco de redes urbanas, bancarias, sociales o de empresas.

La existencia de las redes está guiada por una necesidad de movilidad, de comunicación, de intercambio debido a la heterogeneidad del espacio geográfico. Satisfacer tal necesidad supone la interconexión de lugares geográficos. Interconexión permitida por las redes de transporte y de telecomunicación.

El papel de los nodos en el funcionamiento de las redes es fundamental, puesto que posibilitan múltiples intercambios, trasbordos, comunicaciones y, por este hecho, compensan parcialmente la ausencia de enlaces directos entre cada una de las parejas de lugares a servir.

Frecuentemente lugares de acceso a las redes, los nodos son, en ciertos casos, lugares de poder, distintos de otras partes del territorio y jerarquizados en función de la calidad del servicio que son susceptibles de ofrecer por intermedio de las redes que los sirven. Ciertamente, la discontinuidad, la mayor o la menor rareza de los puntos de entrada y de salida crean el poder.

Esta discontinuidad, que se opone a la continuidad del territorio, constituye, con el rendimiento de los sistemas de transporte que lo sirven y con la estructura, la morfología de su componente red, uno de los principales factores explicativos de las diferencias de accesibilidad características del espacio geográfico.

La representación más corriente de las redes apela a elementos gráficos simples, los puntos y las flechas, que componen un objeto matemático con numerosas propiedades, el grafo.