Sitio
Lugar o espacio de pequeñas dimensiones (hectométricas o kilométricas) considerado desde el punto de vista de sus características particulares, de sus atributos y cualidades que lo diferencian de otros lugares y hacen que represente un interés específico para una sociedad dada. No se confunde con la situación*, posición de un lugar en relación con otros lugares y con corrientes de intercambios. Más simplemente, el sitio puede designar a un lugar, al emplazamiento donde se ha instalado un equipamiento (un sitio industrial, los diferentes sitios de una universidad…).
Luego de los historiadores del siglo XIX y de comienzos del siglo XX, como C. Jullian (1907-1927), en la geografía clásica el sitio era una noción fundamental para comprender la repartición y la localización precisa del hábitat, en particular pueblos y ciudades. Los hombres habrían elegido lugares juzgados como favorables para la defensa, la salubridad, los intercambios, en función de sus caracteres topográficos, geológicos o hidrográficos (promontorio, terraza seca, garganta), sin que fueran jamás bien precisadas las dimensiones, la métrica de esos sitios. Esto planteó un problema cuando se constató que las ciudades se agrandaban y sobrepasaban el sitio inicial considerado como favorable; los investigadores dudaron en calificar como sitios a los lugares correspondientes a nuevos barrios urbanos, que no presentaban necesariamente caracteres juzgados como “favorables”, o bien distinguieron en tal caso sitio inicial y sitio de expansión.
El sentido de la noción se extendió luego en la geografía clásica a espacios un poco más vastos que un pueblo o que el núcleo inicial de una ciudad, a la escala del kilómetro o de la decena de kilómetros, siempre considerados desde el punto de vista de sus cualidades físicas o del interés que pueden representar para una sociedad. Se habla así de sitio de fondo de valle húmedo, de sitio de vertiente soleada, de sitio de frente marino. Estamos muy cerca entonces de lo que los especialistas en geografía agraria denominan un terruño*, o de lo que G. Bertrand llamará en 1968 la geofacie o el geosistema*. Permanecemos en una problemática determinista* o posibilista*.
Pero las cualidades atribuidas a un sitio son muy subjetivas, dependen de las culturas, de los afectos, de las costumbres de los grupos sociales, de las técnicas disponibles en una época dada. Los especialistas en geografía del turismo, de modo más amplio, en geografía de los servicios, se han interesado en las cualidades sociales de los lugares, en lo que hace que tal lugar corresponda a representaciones positivas en el espíritu de la gente, atrae, parece “bueno” o “dinámico”, al contrario de otros lugares. La noción de sitio encontró o volvió a encontrar un lugar esencial en la geografía de la percepción o de las representaciones, del espacio vivido, la geografía cultural, sin que fueran regulados los problemas planteados por la ambigüedad de sus dimensiones. Algunos trabajos han estudiado qué sitios son declarados pintorescos o dignos de interés o protegidos por la ley (desde 1930 en Francia), qué atributos son invocados -naturales o construidos-, en nombre de qué principios científicos o patrimoniales, qué elementos componen estos sitios protegidos, cuál es su repartición en el territorio nacional. En la medida en que frecuentemente el sitio protegido por la ley se compone de un conjunto de elementos alrededor de un monumento o de una forma de relieve original, y parece interesante por su disposición y la estructura misma de esos diferentes elementos, se está muy próximo a la noción de paisaje*.
Recientemente, los geólogos y geomorfólogos han elaborado los conceptos de geositio y geomorfositio (Géomorphologie, 2005-3), sitios (o lugares) que muestran rocas, fenómenos geológicos, formas de relieve específicas y dignas de protección a título de esto.
En geografía económica y administrativa, un sitio es una unidad espacial elemental de producción de bienes o de servicios, especialmente en el caso de una sociedad o administración que posee varios establecimientos (término prácticamente equivalente entonces al de sitio). En geografía de los transportes y en urbanismo, sito es sinónimo de emplazamiento o de espacio en la expresión “transporte en sitio propio”, es decir, en un espacio reservado a tal efecto.
En las nuevas tecnologías de la comunicación, un sitio es un lugar singular del espacio virtual y reticular de internet, caracterizado por un domicilio individual IP y por una o varias páginas de informaciones coordinadas, almacenadas en el servidor de un proveedor de acceso o de un organismo.