Antropización

La idea de antropización se aplica a toda intervención de las sociedades humanas sobre los elementos naturales. Se trata en general de la acción del hombre considerado como un agente medioambiental. Mientras algunos reducen el campo que comprende la antropización a la idea de degradación, otros (P. Pinchemel) descomponen la intervención humana en las acciones de extracción, artificialización y ordenamiento. Esta ambivalencia de las acciones antrópicas se aplica tanto a la selección de plantas cultivadas como a la reducción de la biodiversidad de la fauna y la flora, pero también a la regulación de los cursos de agua, a la construcción de terrazas sobre las vertientes, a los trabajos de urbanismo y a la edificación de las redes de transporte.
A partir del momento en que se considera que existen muy pocas actividades humanas que no modifican el medio ambiente, los comienzos de la antropización se remontarían a la época neolítica, con los primeros desmontes y la invención de la agricultura y la ganadería. Cada vez que las sociedades humanas tropezaron con un obstáculo o con un factor limitante, utilizaron los recursos y las potencialidades de cada medio para moldear los territorios conforme a sus necesidades del momento. Esta antigüedad de la presencia humana conduce a algunos a concluir que no existirían más medios totalmente «naturales», inclusive si rara vez se logra la artificialización completa.
En numerosos casos, hoy en día la acción humana es la mayoría de las veces indirecta; tal como la degradación de las vertientes provocada por la tala o la modificación del régimen hidrológico de un río. Sin embargo, ya se atribuya la antropización a una acción directa o indirecta del hombre, los diagnósticos o los estudios se inscriben en el marco de un pensamiento que separa al hombre de la naturaleza. Esta separación dio lugar, en el siglo XIX, a una visión «prometeana» de las relaciones naturaleza/sociedad. Con la ayuda de la ciencia, el hombre se liberaría de las tensiones de la naturaleza en nombre de la libertad humana. Otros autores (G. Bertrand), proponen considerar a la antropización como el fenómeno constitutivo de todas las interfaces sociedad/naturaleza, y analizar no sólo las «degradaciones», sino también el conjunto de los procesos (dinámicas paisajísticas, sistemas agrarios) que nacen de las interacciones en el interior de este marco.
Ver también:Domesticación