Isla

La isla es un espacio rodeado de agua. A priori el objeto geográfico así definido parece simple y de una gran evidencia. La realidad es otra, como lo atestigua el número de definiciones propuestas por los investigadores en los diferentes campos científicos. Los geógrafos reconocen la gran diversidad de las situaciones insulares, ya sea en relación con los tipos de formación, ya sea por el hecho de sus características humanas.
Las islas oceánicas, generalmente de origen volcánico, se oponen a las islas de los bordes de los continentes. Las primeras están ligadas a fenómenos de elevación que han dado lugar a pequeños conjuntos insulares sobre las dorsales mesoceánicas, o a grandes islas como en el caso de las guirnaldas insulares que bordean las fosas oceánicas. Las segundas corresponden, ya sea a los puntos elevados de un relieve continental hundido, modelado por la acción eólica y marina, ya sea a acumulaciones depositadas por el mar. Las islas de ríos están ligadas a la acción de sedimentación y de fragmentación originada por el curso de agua. Sobre los litorales sometidos a las mareas, se distinguirán las islas costeras de las islas de mar adentro. Las primeras son accesibles en marea baja, mientras que las segundas están siempre aisladas del mar. Las islas-puente están unidas por una comunicación fija con el continente, y las islas artificiales nacen de la acción humana. La distinción que se hace entre isla e islote es función de la superficie y del poblamiento. El islote es pequeño y deshabitado, en tanto que la isla es de mayor tamaño y habitada. Lo que diferencia al islote de los escollos o de los arrecifes es la presencia de vegetación asociada a la existencia de suelo.
Las islas son innumerables sobre el planeta, y sería bastante inútil intentar conocer su número exacto porque, según los límites fijados, ya sea en términos de tamaño máximo o mínimo, ya sea en función de su proximidad del continente, ya sea en función del poblamiento humano, se obtienen datos muy diferentes según los autores o los organismos oficiales. Se retendrá que la isla, en tanto que situación geográfica de aislamiento, es la sede de manifestaciones y de adaptaciones para las poblaciones humanas, animales o vegetales. Por este hecho, isla es un tema mayor de reflexión en los diferentes campos de la geografía, en los dominios geomorfológicos y biogeográficos, geoestratégicos y geopolíticos, sociales y culturales. La isla es considerada de este modo por los geógrafos, pero también por los biólogos, como un terreno fabuloso de estudios, de investigaciones y de búsquedas, que permite análisis comparativos entre las islas mismas, pero también entre islas y continentes. A partir de estos trabajos se crean conceptos como los de insularidad, de insularismo o de islidad. ¡El sociólogo Abraham Moles franqueó una etapa suplementaria creando el término nisonología que designa a la ciencia de las islas!

Ver también: océano