Variables cualitativas

Las variables cualitativas se refieren a la información que se comprende por medio de modalidades. Para las variables relativas a categorías, estas modalidades no tienen sentido cuantitativo y no existe ninguna relación de orden entre ellas. Por ejemplo, éste es el caso para el sexo y la categoría social a nivel individual, el color político de la municipalidad a nivel comunal, o el rango de prefectura en el nivel de las ciudades. Cuando la variable no tiene más que dos modalidades se denomina dicotómica.

Los tratamientos más clásicos de este tipo de información son las clasificaciones horizontales que consisten en contabilizar el número de individuos por modalidad, y las clasificaciones cruzadas que permiten estudiar la relación entre dos variables cualitativas (test de ji cuadrado). En una perspectiva multivariada, se pueden describir las interrelaciones entre un conjunto de variables cualitativas con la ayuda de métodos de «análisis de datos» (análisis de correspondencias y clasificación ascendente jerárquica con distancia de ji cuadrado) o bien explicar las diferencias de modalidades entre los individuos a partir de un «modelo».
Una variable cualitativa de categoría puede resultar de la transformación de una variable cuantitativa procediendo al corte en clases. Existe entonces una variable cuantitativa subyacente, pero esta información no está integrada en los tratamientos. Una variable cualitativa puede también resultar de un procesamiento multivariado hacia arriba. Una clasificación ascendente jerárquica, aunque se realice sobre variables inicialmente cualitativas o cuantitativas, da como resultado una tipología cuyas diferentes clases representan las modalidades de una variable cualitativa.

Para las variables ordinales, existe una relación de orden entre las modalidades, pero la diferencia entre dos modalidades sucesivas no es cuantificable; corresponde siempre a la unidad. Una variable cuantitativa puede ser transformada en una variable ordinal atribuyendo rangos a los diferentes valores de la distribución de la variable, por orden decreciente. La puesta en relación de la variable inicial y la variable transformada nos da cuenta de la organización jerárquica de la distribución estudiada. El ejemplo más clásico en geografía concierne a la representación rango (en abscisa)-tamaño (en ordenada) del número de habitantes para las ciudades de una región o de un país dado.

Lena Sanders